Necesitamos un buen presupuesto para cumplir con la senda fiscal europea

20 noviembre, 2024   0 Comentarios

El Círculo de Empresarios valora positivamente el esfuerzo del Gobierno para cumplir con nuestras obligaciones de reconducción del déficit público y reducción de la deuda pública respecto del PIB. Apoyamos el cumplimiento de nuestras obligaciones derivadas de las nuevas reglas fiscales europeas en beneficio de la soberanía económica y financiera de España para un más firme soporte de un crecimiento económico de más calidad para el conjunto de la ciudadanía.

El Círculo de Empresarios también valora positivamente el gran esfuerzo fiscal recaudatorio desplegado para afrontar los desafíos sociales que derivaron de la pandemia y de las posteriores tensiones inflacionarias y sus consecuencias presupuestarias y monetarias. Por contra, pasado ese momento, reiteramos la necesidad de hacer reformas estructurales que permitan cumplir con la saludable y necesaria corrección de déficit y deuda atendiendo tanto al gasto como a los ingresos.

Por esta razón el Círculo de Empresarios discrepa del enfoque y gestión en curso de la preparación del presupuesto 2025, porque atiende fundamentalmente a una mayor presión tributaria sobre ciudadanos y empresas, desatendiendo la necesaria corrección del gasto y reducción de la burocracia, con subordinación a intereses coyunturales y minoritarios contrarios a los generales de la ciudadanía.

Querer enfocar la corrección de las cuentas públicas vía incremento de la recaudación cuando España supera los parámetros promedio europeos y además añadiendo nuevas figuras impositivas no existentes en otros ámbitos fiscales y de carácter ad hoc no nos parece acertado. El foco recaudatorio debe mantenerse en figuras y tipos impositivos reconocibles y no sorpresivos a la vez que hacemos énfasis en la necesidad de gestionar con mejor foco la economía irregular que, además de no contribuir fiscalmente, aumenta el riesgo de crecer si se continúa por esta vía. Siendo necesaria la homologación fiscal con nuestros socios europeos, el enfoque actual no es suficiente para encarrilar a España en la senda virtuosa de las nuevas reglas fiscales europeas porque, repetimos, faltan las reformas estructurales y las propuestas de reducción del gasto público innecesario.

El Círculo de Empresarios aboga por una profunda reforma del gasto público en línea con la estrategia fiscal de la Comisión Europea que tras dos décadas perdidas ha pedido por fin a los países miembros, y estos lo han aceptado, que centren sus esfuerzos en la reducción del GASTO PRIMARIO.

También y en concreto, respecto de la tramitación parlamentaria de las medidas fiscales en curso queremos hacer una petición a los grupos parlamentarios sobre la necesidad de defender la seguridad jurídica para proteger el Estado de Derecho y la seguridad jurídica que comporta y que son condición necesaria para que las empresas puedan desplegar las inversiones necesarias que nos permitan mantener el crecimiento y el progreso de la sociedad. En concreto, creemos que es preciso manifestar que:

- La negociación y aprobación de las normas tributarias deben ser transparentes, con un texto inicial en forma de anteproyecto sobre el que se pronuncien y negocien los distintos grupos.

- La incorporación de impuestos por la vía de enmiendas al articulado de un proyecto de ley en tramitación en el Congreso impide el debate público, la audiencia pública de los afectados y la participación de los organismos constitucionales, lo que merma drásticamente la calidad de la norma y la seguridad jurídica de los administrados.

- El señalamiento irresponsable por conveniencia de oportunidad política ocasional de sectores individuales en instituciones parlamentarias genera un impacto negativo en el mundo de la reputación financiera que se traduce en una pérdida de valor inmediata en los mercados que pocas veces se recupera en el largo plazo y tiene como consecuencia el alejamiento del ahorro exterior y local de esa jurisdicción afectando a las futuras inversiones que encuentran mejores localizaciones.

- El sistema tributario debe ser justo y equitativo y no provocar discriminación. En un principio fueron bancos y energéticas, pero luego el riesgo de impuestos ad hoc se ha extendido a los sectores de la construcción, las socimis, los hidrocarburos, los seguros privados de salud, etc. A 40 días para que acabe el año muchas empresas desconocen el marco tributario aplicable para el año 2025. Debemos mejorar la seguridad normativa.

- Las medidas tributarias deben contar siempre con una memoria de análisis de impacto. A modo de ejemplo un impuesto a la banca tendrá como efecto un volumen menor de créditos y más caros para la mayoría de ciudadanos y empresas que tienen que recurrir al endeudamiento. Aparentemente poco de todo esto se está teniendo en cuenta por el legislador al plantear las medidas tributarias.

- Entre las propuestas del Gobierno, algunas pueden suponer un sobregravamen de las entidades de un sector estratégico para nuestra economía, como es el financiero, con pérdida de competitividad europea e internacional. Además, ese sobregravamen intensificaría la doble imposición ya existente en el ámbito de la imposición personal de sociedades y de socios personas físicas.

- Las medidas tributarias deben ser aprobadas con las máximas garantías jurídicas y, para ello, es deseable que en su tramitación participe el funcionariado especializado en la técnica jurídica de la materia para evitar que sean recurridas y el contribuyente acabe además pagando también litigios perdidos por el Estado. La precipitación sin técnica jurídica no pasa desapercibida para ninguna clase de inversores y cada vez más para una creciente mayoría de ciudadanos que circulan por el centro político.

Un sistema tributario estable, sólido y alejado de los vaivenes de la negociación política constituye una piedra angular de la seguridad jurídica para que las empresas y los inversores arriesguen su capital y contribuyan al bienestar económico, a la creación de riqueza y a la generación de empleos. La proliferación de figuras fiscales ad hoc de dudosa calidad y técnica jurídica convierte el sistema tributario de las empresas en un puzzle disuasorio para su actividad, máxime cuando la Unión Europea ofrece un espacio aceptado de diversidad y competencia fiscal. La competencia tan esencial en los negocios existe ya en lo fiscal entre los Estados Miembros, olvidarse de ello por anteponer el sentido de partido por encima del sentido de Estado es fundamentalmente desesperanzador para las empresas que confían en el futuro de España.

Finalmente, y de otra parte, el Círculo de Empresarios hace un llamamiento urgente a los partidos mayoritarios de gobierno y oposición, que han dado sobradas muestras de sensibilidad económica y empresarial a lo largo de nuestra historia constitucional de casi medio siglo. Un gobierno de coalición no debería estar sometido al forcejeo y presiones de socios parlamentarios minoritarios que imponen modelos y voluntades lejanos a la opinión de la mayoría del centro político que es el referente permanente de los partidos con aspiración de formación de gobierno y muy especialmente en tiempos de grandes riesgos geopolíticos y de polarización extrema.


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